Por Alfonso Olave M.
La piratería se tomó a Barranquilla. En las calurosas calles de la ciudad es común ver todo tipo de artículos “chiveados” a la venta, que van desde libros y discos compactos hasta las películas en el novedoso formato DVD, atrancadas en rústicos exhibidores de icopor o madera, al lado de un vendedor muy seguramente de tez morena azabache, sudando cada vez más debido al poder inclemente del sol Barranquillero. Y en muchos otros lados de la ciudad, hay miles de particulares aprendiendo el mal oficio, teniendo acceso a las nuevas tecnologías del copiado ilegal, montando su centro de copiado y vendiéndolo de forma personal y por encargo, de la forma más cómoda. Toda una orgía de piratería ilegal.
MALA JUGADA
A pesar de los golpes que le propina
De acuerdo con Jesús Arciniegas Hernández, actual gerente de la videotienda Blockbuster Video Barranquilla, la piratería ha afectado la rentabilidad del negocio en los últimos tres años, debido a que los piratas “estrenan” títulos que se exhiben actualmente en cartelera: “Cuando se estrenan títulos taquilleros, mucha gente ya los vio en video pirata (…) así se pierde el interés de verlos”, asegura.
Para Jesús, este tipo de situaciones afectan de sobremanera a Blockbuster, y para ejemplificar, cita el caso del filme ‘El Hombre Araña
“Aquella vez fue un completo desastre para nosotros, porque pedimos muchísimas copias. Aunque sí alquilaron, nos quedamos con más de la mitad en stock. Es un problema, porque nosotros pagamos los derechos a los estudios dueños de las películas. Y gracias a la piratería, salimos perdiendo.”, dice casi que sollozando el chaval.
Por su lado, la reconocida tienda de música y entretenimiento Tower Records Barranquilla no es ajena a los estragos de la piratería. “En esta situación sólo gana el que vende la copia. El resto pierde”, afirma Edward Arenas, jefe de compras de la tienda. Según Arenas, el negocio de la música no radica en sólo la venta de los discos compactos; detrás de la venta, se mueve mucho dinero destinado a la producción del CD del artista, que incluye honorarios de todos los talentos reunidos para la producción del disco, los costos de marketing, y el porcentaje que corresponde al artista mismo. “Además, de todo el porcentaje que vende Tower, está una parte destinada a nosotros…eso sería nuestro sueldo. Si no se vende, pierdo yo también”, asegura.
¡TODOS A QUEMAR!
Mientras tanto, a unos cuantos metros de Tower Records, David Perez* ‘quema’ discos de música y DVD en la comodidad de su casa, y con la misma naturalidad con la que ve televisión, o hace sus deberes para
En medio de explicaciones sobre el proceso de copiado—que consiste en trasladar el material de un DVD al disco duro, para luego discriminar entre lo innecesario y lo imprescindible para ser copiado en el DVD virgen (porque no tiene la misma capacidad de uno original)—David Perez segura que cualquiera puede ser pirata hoy en día gracias a las nuevas tecnologías que los grandes conglomerados informáticos ponen a disposición de todos. Basta con tener unos cuantos conocimientos de informática básica, una máquina copiadora o quemadora de DVD’s y se está listo para empezar su propio negocio de piratería. “Da mucha risa cuando quieres probar el DVD quemado y te sale el “Warning” del FBI diciendo que la piratería es un acto ilegal y que te podrían cobrar no se que cuantos mil dólares por piratear. Y créame viejo men, nunca pasa nada”, asegura inocentemente.
Al ser cuestionado acerca de la ilegalidad de copiar material protegido por el derecho la propiedad intelectual, apunta: “Me parece estúpido ese escándalo por los DVD’s quemados. ¿Acaso no fueron los mismos gringos los que sacaron los ‘quemadores’ al mercado?” Para David, la situación es contradictoria, ya que el mismo mercado que se queja de la piratería es el mismo que continúa sacando nuevas y avanzadas tecnologías de copiado y demás artículos (como el popular software NERO) que lo facilitan.
En este aspecto coincide Jesús Arcniégas de Blockbuster, quien ve en las novedades tecnológicas una gran contradicción y un “arma de doble filo”. Para él, las multinacionales como EPSON o Microsoft saben que estas nuevas utilidades generan millones en ingresos debido a la gran demandan que generan; son conscientes de que los compradores de ‘quemadores’ realizan copias ilegales de los mismos programas de software que fabrican, y pareciera no importarles. ¿Formará esto parte de una gran conspiración financiera a gran escala? “Es obvio que les va muy bien vendiendo quemadores y estas tecnologías. Y dígame usted, quién va a poder frenar a Bill Gates, el hombre más rico del mundo?", se pregunta Arciniegas más a sí mismo dibujando una expresión lúgubre en su rostro, seguramente temiendo la quiebra de la tienda, y por ende, su inevitable despido.
AL MAL TIEMPO…
Sin embargo, nada está perdido para la rica industria del entretenimiento. Y es que todo depende desde el ángulo que se le mire. De acuerdo con el jefe de compras de Tower Records, aunque la venta de discos y DVD’s ha disminuido considerablemente en los últimos años debido a las copias y las descargas ilegales, el negocio sigue siendo din duda alguna bueno y produce ganancias decentes, mientras sigue llenando expectativas… siempre y cuando éstas sean realistas.
Según Arenas, la música y el cine mueven al mundo, son un arte, y como él, hay miles y miles de personas que valoran el trabajo de su artista favorito o no cambiarían por nada la experiencia de poder ver su serie o película favorita en formato original, o bien, disfrutar de la maravillosa experiencia del Cinema. “Son coleccionistas. Son gente culta. Aprecian el arte. Valoran todo, hasta el arte de la carátula de un DVD. Esto es importante.” , asegura Arenas con cierto tono elitista. Además, se emplean diversas estrategias que funcionan exitosamente, como es el caso de las promociones y la variedad de stock. Para él, la variedad en los géneros musicales como el jazz o el chill out, y la importación de series de televisión completas en DVD , gozan de un gran número de seguidores; son los que permanecen fieles a las obras originales. “Como te digo, es muy raro que la música chill out o un buen concierto de Ibiza se consiga pirata. Y lo pirata copia siempre lo popular”, remata con voz agresiva.
Por otro lado, la industria cinematográfica no se queda de brazos cruzados. Blockbuster aplica también sus estrategias para mantenerse , las cuales, según Jesús Arciniegas, han dado buenos resultados. “Blockbuster cerró en Ecuador por falta de control.”, dice Jesús, “pero aquí en Colombia seguimos abriendo más videotiendas. Les ofecemos a nuestros clienes DVD’s de calidad, con extras y making-ofs de los directores más reconocidos, diversidad y promociones. Títulos que los piratas no sacan…o mas bien, ni conocerán.”, explica haciendo referencia a las nuevas repisas agrandadas y mejoradas con títulos de cine europeo y latinoamericano, ubicadas al fondo, cerca de la sección infantil. “Nuestro target es gente que no se habitúa a la piratería, generalmente de estratos 5, 6 y 7. Por ellos nos mantenemos. Ellos aprecian la calidad”.
Sin embargo, Chucho podría pasarse de optimista. Al ritmo que vamos, las tecnologías facilitan las descargas ilegales mientras la calidad de las mismas no tienen nada que envidiarles al producto original. Es evidente que el problema sigue creciendo. Todos hemos consumido productos piratas. Y a pesar de esfuerzos de entidades como
De regreso a un cómodo apartamento “pupi” al norte de la ciudad de Barranquilla. David Pérez, nuestro joven pirata—y uno de los muchos jóvenes costeños q ayudan a subsistir con este oficio— mira cómodamente como una de sus obras termina de copiarse en su modesto portátil. En su cara se lee una sonrisa satisfacción. Satisfacción porque sabe que recibirá dinero a cambio…pero también satisfacción de estar desafiando la ley prácticamente. Y es ¿que qué más se puede esperar de un zanahorio de 19 años? Al pedirle una puntuación acerca del tema, dice: “Mira la economía colombiana no da para comprar una película original gringa a 186.000 pesos cuando sabes que con esa misma plata te podrías comprar miles de DVD’s piratas.. El consumidor tiempo querrá que le den todo gratis. Pero como eso no sucede, compra lo mas barato, en ese caso lo pirata. Así somos en Colombia, así somos también en Barranquilla. Piratas”.
Amén.