Que sois Comunicadores Sociales? Ahhh...¡YA!

Comunicadores y otras carreras: cuàn cordial es la relaciòn cordial?

Los estudiantes de Comunicación Social siempre hemos vivido con un estigma. Uno quizá más fuerte que el de las estudiantes de Psicología (lo siento niñas, pero es así).

Aunque pensándolo bien, todas las carreras estás estigmatizadas; son vistas con esos ojos prejuiciosos que, se supone, deben describirnos vilmente ante oídos ajenos. Es así como nuestros colegas de Administración reciben el nombre Administradores de Herencias (puya intencionada) o “Administra-Rón”, los de Relaciones son llamados “secretarios bilingües” y los comunicadores sociales… pues los comunicadores no recibimos un nombre en concreto, pero sí se nos conoce bajo diversas definiciones y términos:

Huecos, pre-pagos (las niñas), vagos, gays, roqueros marihuanos...(y la lista sigue…)

Y es que en una cultura como la barranquillera, donde el rajar de otro es el desparche del momento, la manera de matar el tiempo y la falta de oficio, esto no es sorpresa.

Basta con ver las caras de nuestro interlocutor en una primera conversación al enterarse que estudiamos comunicación social para saber el halo de prejuicio de nos cubre. Vamos, que ¡se que todos hemos pasado por ello!

Una anécdota...

Al principio de la carrera me molestaba enfrentarme a esos “puyazos” amables. Luego de cuatro semestres, aprendí a tolerarlos, y hasta burlarme de ellos. Luego, los olvidé por completo por un intercambio.

Estando en Alemania (y después de dos años de desintoxicación del bochorno barranquillero) tuve una experiencia similar con una troglodita que se hacía llamar relacionista internacional (quien a decir verdad, al atreverse a mostrarnos los restos de comida nadar y dar volteretas en su boca mientras habla es prueba fehaciente de que ésta “pelada” se encuentra en el lugar equivocado).

Yo disfrutaba de un sándwich en la pausa de la inducción para estudiantes extranjeros, cuando la vieja—después de analizarme un buen rato—me pregunta con aire de superioridad: “Ajá, y ¿tú que estudias?”.

“Comunicación”, respondo yo tranquilamente. Y es aquí donde hace su aparición el conocido y venenoso “Ahhhh…ya.” Con ese aire de ironía y burla.

La vieja se atrevió a proseguir:

“Con razón. Se te nota el hablado…hablas mucho y no como coJJteño. Y en la pinta así como de… sí, pero igual full bien. ¿Cómo son sus parciales? ¿Tomar fotos, no? ¡Nojoda! ¡Así cualquiera!”

Parciales que consisten en tomar fotos. Sí, existen, pero en primer semestre. No profundizaré más en la anécdota, porque no lo creo necesario. Basta con mencionar que la mandé a comer… papas y le dejé claro que así como sobre mi carrera existen prejuicios, también los hay de la suya. O es que ya a alguien se le olvidó que de Relaciones dicen –Ojo! Dicen—que es una famosa “colcha de retazos” de diversas carreras.

Muestreo…

Cai. Media Torta. Du Nord. Esos son los sitios en los que desarrollé una encuesta informal, haciéndome pasar por un estudiante de relaciones. Dije que era un estudio acerca de grupos estudiantiles en la U. Y estos fueron los resultados:

Una sorprendente cantidad afirma que los tipos de Comunicación son flojos, gays, vagos marihuanos y pero sobretodo, hacen énfasis en flojos y huecos. Critican su sentido de la “moda”, aunque no reconocen que los más vanidosos en la U son quizá los de Administración.

De las viejas…hmm… pues la palabra hueca retumbó mucho en mis oídos. Incluso se atrevieron a calificarlas de pre-pagos (protegiéndose bajo el “dicen…”) y wannabes de presentadoras de televisión. Aunque en la última sí no difiero, porque tiene algo de cierto. Wannabe-presentadores, wannabe-actores, wannabe-cantantes, wannabe-modelos…o es que alguien se ha fijado bien en las caras de las vallas de la Uninorte? El 99.9 % somos estudiantes de Comunicación Social. ¿Muy bonito, no?

Así que lo de “Wannabe-estrellitas abusadorcitas” puede que tenga algo de verídico. Pero del resto…sí, hay casos, pero generalizando de forma subjetiva nunca se llegará a la verdad.

En fin…para concluir este parloteo, es necesario reafirmarles a nuestros compañeros comunicadores que sean lo que quieran ser, que sigan con sus metas; que al final del día, esos prejuicios no son más que el resultado de la envidia y la falta de oficio de unas cuantas lenguas viperinas que ven en el criticar una salida a sus tormentosos parciales y trabajos en clase.

Porque también hay reflexionar que nuestro campo de acción es propio de las Humanidades, y bien o mal, estas ciencias son percibida por otros como vagancia, el arte de “empaquitar”, etc.

Vagos o huecos, pre-pagos o estrellas…da igual. Mientras se mantenga un promedio alto y se cosechen logros en el ámbito académico, debería resbalarnos. La meta debe ser el título y el éxito profesional.

Así que ¡a disfrutar esta carrera que nos permite explotar al máximo la creatividad y hacer cosas muy bacanas!

Entretanto: Al paso que vamos, algunos estudiantes de Diseño gráfico nos quitarán el estrellato con su sufrida filosofía EMO. Pero esa es otra historia…